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Empezando con Pilates, ¿qué debo saber?

Empezando con Pilates, ¿qué debo saber?
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Así que te has decidido a hacer Pilates, quizá por consejos de amigos o conocidos o incluso por recomendación del médico. O a lo mejor simplemente quieres mejorar tu estado físico para aumentar así tu calidad de vida y tu bienestar.

Sea como sea, vamos a contarte algunos detalles que debes conocer acerca del Pilates antes de lanzarte a la piscina para que compruebes si es la disciplina adecuada para ti. Además, si vas a iniciarte en este método te recomendamos leer también este artículo para que conozcas los principios del Pilates y algunos ejercicios básicos.

Consejos antes de practicar Pilates

Lee con atención estos consejos para que sepas todo lo que hay que tener en cuenta para practicar Pilates.

Sé consciente de tu estado físico

En especial si vas a acudir a clases con más personas es importante que evalúes cuáles son tus condiciones físicas y qué objetivos tienes a la hora de practicar Pilates. Si estos detalles se alejan del resto de compañeros puedes sentirte  frustrado si el nivel es más alto o aburrido si el nivel es más bajo.

Si acudes a un centro especializado en Pilates, lo más probable es que rellenes un cuestionario de salud para que tu profesor o profesora conozca las patologías, lesiones o problemas físicos que puedas tener y los tome en cuenta a la hora de diseñar la clase. 

Idealmente comenzarías con un pequeño curso de inicio. Son pocas sesiones individuales o grupos muy reducidos donde te enseñarán entre otros; las técnicas de respiración del Pilates, a conectar el “Powerhouse”, a oír a tu cuerpo (conciencia corporal), así como algunos fundamentos y ejercicios básicos.

Durante este curso de inicio, tendrás la oportunidad de  hablar con el profesor o profesora que imparta las clases y decirle con claridad cuál es tu situación. De esta forma, podrá guiarte a la hora de escoger el grupo que más se asemeje a tus objetivos y condiciones.

Esto se aplica también al momento de las clases. Si ves que no puedes hacer un ejercicio o encuentras alguna dificultad, no fuerces a tu cuerpo. El monitor o monitora te dará indicaciones para ayudarte y de ser necesario te enseñará alguna modificación del ejercicio para realizarlo.

Hazte con el atuendo adecuado

No te contamos ningún secreto si te decimos que debes llevar ropa limpia, cómoda y ajustada a las clases de Pilates. Esto quiere decir que no es recomendable llevar un chándal amplio, por ejemplo, por muy cómodo que vayas, ya que para el profesor será más difícil corregir tu postura si no puede ver las formas de tu cuerpo con claridad.

Es mejor que vayas descalzo, con o sin calcetines antideslizantes, y que prescindas de cualquier otro detalle como joyas, cinturones, maquillaje, perfumes, etcétera. Además, te aconsejamos llevar una toalla pequeña para poder secarte el sudor entre ejercicio y ejercicio y poder trabajar con más comodidad así como llevar el cabello recogido si lo tienes largo.

Atiende siempre las indicaciones del profesor

Parece obvio pero en ocasiones es necesario recordar que el profesor es el profesional que sabrá orientarte y corregirte para que todo salga a la perfección en cada movimiento. Si te corrige o te orienta debes hacerle caso siempre, ya que es el que mejor sabrá guiarte.

Por ello no debes prestar atención a consejos o recomendaciones de otra persona ni tratar de imitar a algún otro compañero. Cada persona tiene sus capacidades y necesidades y el profesor es quien conoce las tuyas y, por tanto, podrá enseñarte a sacar el mejor partido de tu clase de Pilates.

No seas impaciente

Los indudables beneficios que el Pilates tiene para el cuerpo y la mente son bien conocidos por todo el mundo y sabemos que estás deseando empezar a ver los primeros resultados de tu trabajo y tu esfuerzo. Sin embargo, debes ser paciente y dejar que los efectos de la práctica se muestren a su debido tiempo. No te preocupes, hablamos de semanas o meses, no de años.

 

Esto implica que no debes tener prisa a la hora de aumentar el nivel de los ejercicios ya que, si tu cuerpo no está preparado para una exigencia mayor, lo único que conseguirás será frustrarte, o peor aún, acabar lesionado. No compares tu evolución con la de otras personas ya que cada quien tiene su propio ritmo.

No te obsesiones por los complementos

En Pilates se usan complementos como la colchoneta o mat, pelotas, aros, bandas elásticas y otro tipo de elementos que se utilizan en ejercicios concretos. Por lo general en los estudios de Pilates se proporcionan estos objetos a los alumnos, lo cual no quiere decir que no puedas adquirir los tuyos propios incluso para practicar en casa.

Sin embargo, no debes caer en el pensamiento de que son elementos imprescindibles y hacerte con ellos en el primer momento. Nuestra recomendación es que adquieras estos objetos poco a poco y conforme te vayas familiarizando con ellos en las clases.

Persevera y esfuérzate

Aunque los ejercicios se adaptan a tu condición física y a tus rutinas, esto no quiere decir que siempre vaya a resultar sencillo hacer los ejercicios propuestos por el profesor en clase. En muchos momento tendrás que dar un poco más de ti y es la forma de evolucionar y aprender. 

También tienes que asumir que puede haber ejercicios que se te “atraganten” y que no salgan bien ni a la primera ni a la segunda. Estas situaciones no deben servir para que te frustres e incluso te plantees que el Pilates no es lo tuyo sino para que te motives a mejorar y avanzar. Tu profesor será tu mayor aliado en estas circunstancias.

Conclusiones

Lo mejor es acercarse al Pilates con una mentalidad abierta y realista al mismo tiempo, eliminando cualquier prejuicio que pudieras tener acerca de esta disciplina y mostrándote dispuesto a obtener sus beneficios a través de tu propio esfuerzo.

Esperamos haberte ayudado con estos consejos para enfrentarte a tus primeras clases de Pilates. Te aseguramos que desde el minuto uno aprenderás a valorar las ventajas que tiene para tu cuerpo y también para tu mente.